MARIO, UN MACHISTA ARREPENTIDO
Os contaré la historia de Mario, un hombre "normal". Trabajaba como ejecutivo en una mediana empresa. Su mujer era Beatriz, un ama de casa que tiene dos hijos a su cargo.
Cáceres es la pequeña capital de provincia donde residen. El suyo no es un piso cualquiera, pues viven en una urbanización de lujo.
Mario necesitaba seleccionar trabajadores para su empresa. Por eso puso un anuncio en la prensa. Al día siguiente se presentaron más de cincuenta candidatos. Chicos y chicas llenos de nervios y dispuestos a la entrevista de selección de personal.
Mario pensó: "¿Cómo voy a admitir mujeres, con todos los problemas que dan? ¿No estarían mejor en su casa?"
Y Mario empezó a poner excusas a cada aspirante femenina para no admitirlas. Así fue como su empresa se llenó sólo de hombres.
Al llegar a casa, esa misma tarde, la mujer le preguntó por las entrevistas. Mario, ingenuamente, le contó a su esposa todo lo que había tramado para rechazar a las mujeres en su trabajo. Beatriz se quedó estupefacta. No podía creerlo. Creía que era una broma que su marido le gastaba. Cuando comprendió que era cierto, se enojó y se lo reprochó ásperamente. A raíz de esto, se desató una fuerte discusión entre la pareja.
Él mantuvo sus creencias de que las mujeres sólo valen para cocinar y criar hijos, y no para desempeñar puestos de responsabilidad. Las hembras son inconstantes y débiles de carácter, afirmaba.
Beatriz, más indignada que nunca, le mandó a dormir en el sofá. No le consideraba digno tenerle a su lado en la cama. Los niños no se percataron de lo que ocurría, porque actuaron discretamente. Esta noche, Mario no pudo pegar ojo. Sus ideas machistas le amargaron el sueño y recapacitó sobre lo que le había dicho su mujer en la pelea. Sin embargo, sus ideas sobre la mujer no se tambalearon. Las tenía bien enraizadas desde hacía años. Cuando se paso el enfado, todo volvió a la normalidad.
Transcurridos algunos años, ocurrió algo que a Mario nunca se le había pasado por la cabeza. Su empresa entró en crisis y en pocos meses quebró. Mario quedó en la calle con una corta indemnización.Comenzó a buscar un nuevo puesto de trabajo de forma desesperada. La edad ya no le ayudaba. Pasaban los meses y no encontraba nada, ni siquiera puestos de inferior categoría. En casa empezaba a notarse la falta del sueldo.
Beatriz - la que sólo servía, por ser mujer, para las tareas del hogar, empezó a buscar trabajo. No estaba fácil el asunto. Pero al cabo de unas semanas, la emplearon de secretaria. Ella era una esposa bien preparada, con sólidos estudios.
Mientras, Mario tenía que permanecer en casa y ¡quién se lo iba a decir a él!, haciendo las faenas domésticas. Mario, el autosuficiente, despectivo y triunfador, realizando los menesteres propios de lo que él guasonamente designaba como "sexo débil". Se había convertido Mario en ama de casa.De este modo, comprendió el importante papel de las mujeres en la sociedad. También aprendió que la desigualdad existe y que las mujeres tienen las mismas aptitudes que los hombres para trabajar.
Al poco tiempo, Mario consiguió entrar de nuevo en su reflotada empresa, donde mantenía su prestigio. Gracias al trabajo de su esposa lograron salir de aquel mal trance y no perdieron su hermosa casa.
Ahora, Mario es un hombre feliz, integrado en una sociedad moderna y defensor resuelto de los derechos de las mujeres. ¡Ah! y comparte la mesa de reuniones con varias mujeres que han ocupado puestos altos en su misma empresa.
Guadalupe Flores Hernández
1. Al principio del cuento se define a Mario como un hombre "normal", ¿a qué crees que se refiere la autora cuando utiliza este adjetivo?
2. ¿Coincides con la opinión de Mario cuando afirma que no debe admitir mujeres en su empresa porque dan muchos problemas? ¿Qué quiere decir con esto?
3. ¿Cómo crees que se sintió Beatriz al saber que su marido rechazaba dar trabajo a las mujeres?
4. ¿Qué crees que hizo cambiar a Mario de opinión con el paso de los años?
5. ¿Estás de acuerdo con la manera de proceder del protagonista al principio del cuento o con la que muestra al final? Razona tu respuesta.
Hola, soy Manu 5ºB.
ResponderEliminarEsta historia me ha gustado mucho y yo no sabia que podía haber personas así.
En mi casa mi madre y mi padre son iguales ninguno es mas que el otro y yo el día de mañana pienso ser como mis padres.
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Hola, me llamo Paula Sánchez Burgos 5.B Esta historia me ha gustado muchisimo, porque yo no había visto a ningún hombre así de impertinente, que pensara que en su trabajo no debía haber mujeres. A mí, si fuera él, me gustaría tener hombres y mujeres porque somos todos exactamente iguales.
Os la recomiendo.